miércoles, 27 de octubre de 2010

La Chupoctería.

Sí, se me estremece el cuerpo solo con pensar en el vicio.

Un día entras en esa espiral chupóptera.

Una, ya no tiene edad para esos juegos. Triviales en su juventud, se mira y curiosea buscando simplemente rellenar un momento de tedio, todos sabemos cuanto peligro tiene una mujer en estado; aburrimiento.

En el momento que encuentra un mínimo que acapare su atención, sus sentidos adormecidos se despiertan, intensificados en el objeto de su intriga.

Cuando se quiere dar cuenta, ha dejado mucho más en esa necedad de lo ganado.

Lo virtual se transformó en realidad quitando espacio a lo palpable y consistente, se pierde el norte inventándose uno paralelo, dónde los vendajes de los ojos los vas colocando tu solo, sin conciencia de lo que esta ocurriendo, pues fuera de ese mundo no existe nada.

Olvidas las calidas visitas de las personas que quieres, los momentos en los cuales las risas o travesuras se comparten, el estar cuando un amigo lo necesita, todo un mundo en el que antes vivías, lo has degradado por un enganche de mentira.

Te piensas lleno mientras te va absorbiendo, una ya esta mayor para dejarse enviciar cayendo más en tanta tontería. Se ve un poco tarde, sino es por un estallido tremendo ante hipocresías, sigues colocando muros y pañuelos ante la propia vista.

Sí, hasta he de agradecer, estaba dejando a los engaños que ganaran. Permitiendo mas espacio de lo que merecían, no es personal que nadie se ofenda, que son cosas mías… y mientras tanto yo sí vuelvo con mí jauría.

LOBAS, cuando ya no tengo nada que me estorbe, ni juegos ni mentiras, aquí me volvéis a tener para dar guerra a lo ácido. Qué de vicios yo ya sé mucho, ¿los compartimos?

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