martes, 27 de septiembre de 2022

Entre tres


Todos los martes por la tarde salgo de mi casa y me dirijo a cierto lugar. Hoy al salir más temprano de lo habitual en mí, hice varios recados así pues mi camino normal de los días como hoy, fue del todo diferente, el recorrido me llevo hasta la librería de segunda mano, en la estantería de metal que tiene en la puerta en el lado izquierdo, están los libros clásicos de toda la vida en unas variadas ediciones con precios irrisorios, de vez en cuando me quedo leyendo los apellidos de los autores, Zola, Turguenev, Moratín, Cela, Bazán, algunos me acompañaron a casa y otros guardan la espera, aunque hoy, hoy, entre en la habitación del fondo, donde las estanterías de libros en español se acomodan estrechándose unos a otros.

Estuve más tiempo leyendo títulos, sacando libros, sopesando el estado, mirando editoriales, incluso me paré a leer entre tres libros, las primeras páginas y casi casi, las últimas de cada uno, esperando ese guiño particular, el impulso genuino de la sorpresa hechizada por un timbre reverberante que con sólo una pulsación interna te empuja hacía uno y no otro. Tres fueron y dos se quedaron, en mi pila de pendientes para este año y para el próximo tiene su lugar ya en la edición de Tusquets “Asuntos externos” de la autora Alison Lurie ganadora del Pulitzer de 1985, tres fueron una escritora estadounidense, un francés y un irlandés, tres distintos títulos y formas de escribir, “Las aventuras de un libro vagabundo” editorial Destino por Paul Desalmand, “El intocable” editorial Anagrama por el autor John Banville, tres futuras lecturas desde hace tiempo en mis listas, unidos por el simple deseo de leerlos, pues poco tienen en común por más premios que entre los tres tengan, no importa, son voces distintas en la tonalidad en su propia expresión.

Y mientras escribo estas líneas confió en reflejar mi entusiasmo y admiración por ellos, me entran unas ganas de que sea mañana, quizás sólo quizás el nuevo deseo despierte con el sueño de esta noche y mañana puede sólo puede, llamarme, para ir a recoger aquellos dos que hoy no llegaron por las puertas de mi casa, invitados quedan y las ansias y deseos se balancean por las horas en esos estados luminosos y apagados, sosegados entre páginas llenas de historias, tramas y lecturas.

Tres y fueron tres.









domingo, 25 de septiembre de 2022

Adiós septiembre bienvenido otoño

Caos emocional, caos diario, caos y más caos, así se podría resumir el mes de septiembre. Unas pocas de cosas finalizadas, logradas con el propósito de hacer bien las cosas y estar satisfecha con una misma, comenzando otras en las cuales te ves con más miedos que capacidades, enfrentándote por enésima vez a los diretes mal intencionados de un largo caminar, los cuales nunca van a terminar.

Sí, tanto de muchas cosas y mucho de pequeñas otras, crean un desbarajuste emocional, tan curioso y peculiar, como que entró mi estación y por poco ni cuenta me di.

No es sólo por el comentario dejado en cierta red social, sino más bien por todo lo acontecido, de un extremo a otro, así pues, en estos momentos en los que me he sentado y pretendo tomarme un café de tarde mientras escribo, voy a intentar relajarme, contar sin muchos aspavientos lo que espero o deseo, pues de todos es sabido y todos comprendemos que, con la vuelta al cole, hasta los mayores comenzamos con los propósitos, tal como si termináramos de comer los turrones y uvas.

Ni es exagerar, dentro del Club de Lectura he sido la última en recoger el libro para septiembre, y tengo hasta el miércoles para entregarlo, ahora eso sí, nadie me puede decir ni “mu” pues el libro de octubre ya lo tengo. Qué, por cierto, me hace mucha ilusión y fue una sorpresa totalmente inesperada, justamente todo ello en un ratito hoy de quitar el polvo por la casa y estar en mis pensamientos, me dio pie a idear una nueva serie de entradas para blog, no, no pienso decir nada más del libro de octubre, sólo dejar constancia del deseo de crear esa serie de mis lecturas. Lo sé, lo sé, si fuera en la otra red mejor para ello, allí está moda y son el nova-mas no seas antigua se dice tienes un crush, bueno yo no sigo las modas y aquí, puedo decir lo que me plazca sin que pique la barriga. Y las otras pues ya iré viendo a lo largo del año si me hago con ellas o no, yo hoy quería relajarme no es cuestión de auto-boicotearse y estresarse, mente en blanco, mente en blanco omm, omm, omm.

Aquí a día de hoy ya nos vamos situando, mi nueva agenda estrenada de un color azul turquesa monisímo, con unos subrayadores en los tonos más llamativos posible, exacto, de un vistazo todo visto y analizado, con mi calendario ya preparado y en esta semana bien coloreado, el verde para mis cosas más personales y diversas, el rosa de yoga de dieta, el naranja de clases, sin recochineo el rosa sólo marco un día de la semana, los otros todos los días de esta y ya hasta de las dos próximas, yo soy positiva con el rosa ira marcando poquito a poco. También dejé espacio con hojas en blanco para las ideas que surjan, veremos si cumplo pues yo soy de las de papel cualquiera usado, como anotaciones perdidas por el bolso y sin darle mucho uso, hasta la limpieza de este. Y ahora mismo voy a por una de la exposición de fotografía ultima que vi, no si la cabra para el monte tira y tira.

Una nutriéndose de estos pequeños placeres saca o da forma a lo que no sabe expresar, pero lleva dándole vueltas y vueltas o bien en ideas en palabras y en obra, volvemos a los inicios de cuando llega otoño, es un placer volver con los propósitos locos y dicharacheros, lo mismo da, nuestros son, ellos nos procuraran o no un octubre calmado sin tanto caos o eso espero, iré escribiendo poco a poco del mes de mis amores, que no cambie y se vuelvan tormentos.


sábado, 24 de septiembre de 2022

Otoño por García Lorca

 


Tan, tan

(Federico García Lorca)

Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez.
¿Qué quiere el Otoño?
El frescor de tu sien.
No te lo quiero dar.
Yo te lo quiero quitar.

Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez. 



jueves, 1 de septiembre de 2022

Vértigo


Vértigo, no, no lo tengo, desde esa noche, nada me puede dar vértigo otra vez.

Esperan que ante una pregunta así confirme lo que ellos quieren escuchar, pero, no.

Me es imposible complacerles, uno porque nunca fui muy dada a ello, seguido y lo más importante, no miento.

Últimamente, también escucho mucho, “se ve en ti...” cuántas cosas se pueden ver en una persona, que apenas conoces de nada, solo de un trato superficial u ocasional, y que, de destreza visual para ver tanto, de lo que una misma ni se ve. Y no es que estemos los propios ciegos, es más bien cuánta facilidad hay, hoy en día para hablar sin sustancia alguna, por el simple gusto de quedar bonito. Por supuesto no todos los que dicen, dicen mal, o dicen sin ver, o dicen por decir... salvando esta obviedad, vayamos hacia aquellos de los de tanto hablar y decir se quedan en nada.

Sí, a las horas o días de discurrir al endulce de tus oídos y sentidos, son palabras y frases compuestas como si de cromos repetidos se trataran, para en esas horas o días ya más tarde, olvidada tú, caramelizarán otros oídos. Otros después de ti, serán más valiosos, ¿se dejarán ver mejor? O simplemente es casualidad. Puede, será el intento vano de manipulación entusiasta del halago, que incentiva el verse o creerse maestro de tú destino.

Ah, cuánta mala suerte, debe tener una, sí lo que dijo, dejado está en un olvido. Y todo esto sería un comentario de burla simple instantáneo y lejano, si la vida de una misma no se viera compuesta por los vaivenes estacionales y ligeros de aquellos olvidadizos. No, no dais vértigo, vosotros, no.

Ustedes si dais, dais...

Nada.