lunes, 28 de junio de 2010

¿Qué me pides hoy?

¿Qué me pides hoy?

Con cuanta facilidad se puede hacer un regalo, con un solo gesto; una palabra; una mirada; un sentir que esta a tu lado. Y florece una sonrisa desde dentro hacía fuera, deslumbrando lo que antes era un día apagado.Llenándolo de luminosidad, acercando la vida que bulle fuera, demostrando así que una sonrisa es una ofrenda, una caricia.

El día se perderá en la caída del sol, asegurando un lugar para la luna, el reloj lento en su minutero se parará en esa hora nocturna, haciéndome volver. Te traerá a mi lado para caminar hasta quedar exhaustos, intentaremos entender que somos nosotros, y no otros los que están, nos contaremos secretos, imaginando el desconocimiento.

Por qué hay cosas que solo entienden dos en la ignorancia del mundo entero.

¿Qué me pides hoy?

Recostarme en el torso, mientras mi aliento se forja entre el hueco de tu rostro y cuello, vestir la piel con motines de transpiración, recorrer infierno, tierra y cielo a la vez. Admirar la languidez en la que queda el instante, para retomar las curvas de tu cuerpo, deja que te encumbre aun con los defectos, permíteme que yo te vaya diciendo.

¿Qué me pides hoy?

Que me ames, a veces es lo suficiente.

viernes, 18 de junio de 2010

Con todos mis respetos, Saramago

No, no señor.

No voy a despedirme de usted, a decirle un adiós.

Voy a contarle, de que hablan hoy mis lágrimas, la sensibilidad que recorre ahora mismo mi persona, la impotencia sublevada.

El día comenzó como todas las mañanas, unas risas aquí, sonrisas picaras allá, sin saber siquiera que poco duraría, a medio día la noticia espantosa corría de boca en boca, quien pudiera callar, cerrarlas para que nada ocurriera en realidad, como si el silencio sepultara la verdad.

Esa verdad por la que tanto lucho usted, permítame pues, si hoy quiero alejarla. No, la deseo a mi lado, trae consigo vibraciones cubiertas de daño. Vuelvo a encontrarme cara a cara con la maldita desorientación, con esa muesca funesta enseñándome que vuelvo a perder. Discúlpeme si lo erigí como antaño a los dioses de bruñidos oros, olvide sin darme cuenta que ante todo le gusta ser humano y tener los pies en la tierra.

Y cuando la gloria lo reclama yo insensata lo busco cerca. Que lo hallare otra vez con su voz en cada página de sus libros, me incitara a reflexionar cuando las ideas me fallen, a fijarme en la vida, retomare paseos para no dejarme nada perdido.

No, no señor.

No voy a despedirme de usted, ni a decirle un adiós.

lunes, 14 de junio de 2010

Viceversa y Amor de Tarde Mario Benedetti

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido

y radiante

quizá más lo primero

que lo segundo
y también
viceversa.

Amor de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme «¿Qué tal?» y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.


sábado, 12 de junio de 2010

Desprecio

Que falso y cuanta mentira hay en esa frase retórica llena de cotidianidad hueca.

En cualquier lugar no se hace amigos, ni conocidos.

El contacto de la educación no es conducto alguno para crear un sentimiento próximo, sino más bien de una correcta forma de ser sociable, una buena sonrisa y un gesto solapado de ignorancia rancia, llamamos hoy conocimiento.

Si antes cuando tenías un mínimo de inocencia esperabas amabilidad, la copa de nuestros días anda burbujeando de hipocresía, te presento el labio ladeado, mientras te ofrezco el codo y si es posible acelero el trenecito, por si cae alguien a las vías.

Quisiera saber cuantos hay con esa conciencia de sentirse un cero a la izquierda, derrotistas o llorones, ensimismados en un mundo de fantasmas.

Donde la sinceridad no es contemplada, la simpatía esta cegada, el carácter es asexuado, la discreción no es valorada, donde la palabra y confianza es oída con temor.

El cuerpo de élite se manifiesta por su egoísmo, engreimiento llevado a la grosería, revestido de desdeño con el viejo tufo del enjuiciamiento. Emergiendo relucientes con amistades que se las lleva el tiempo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Quién te quiere a tí.


¡Qué aburrido es salir con mengano, se pasa todo el rato hablando de su mascota, cómo si fuera una persona! ¡Qué me puede interesar a mí, cuantas veces lo lleva al veterinario o las gracias que le haga!

¿Cuántos golpes me he de dar en el pecho al son de mea culpa?

Estuve pensando por muchos meses como lo quería, la tengo en casa desde hace dos semanas ya, ¡qué monótonos eran mis días sin mi loca! Sí, Fotunata esta como una regadera, pero todo se disculpa, no puede pasar sin mi.

Con sus gorgoritos y entonaciones simulando voces, me despierta cada mañana, ¿para qué necesito el despertador? Si ella suena por diez, hasta que no le digo lo guapa que la veo y la mando a callar, no para total son las claras del día, ya me aguanta ella media noche sin dormir, venganza psitácida la llamo yo.

La cuido con más lujos y detalles, si hago algo que no le gusta comienza a graznar con un sonido muy feo, toda enfadada, no osa a picotearme casi, casi consigo que me de piquitos en los labios.

Tiene la necesidad de verme casi todo el tiempo, es como un marido de los antiguos, cuando ya ve lo atenta que estoy a sus pedidos diarios, comienza sus malabarismos por toda la jaula, ahora me coloco boca a bajo, ahora me limo el pico, subo al techo y bajo en picado, me hace pensar en una caravana circense y no en mi pobre cuarto, me estaré equivocando de profesión...


Va de palo en palo persiguiéndome sino me ve sentada a su lado, si me recuesto en la cama, no lo consiente, ¡una majadera me he comprado yo! Cuando estoy al teléfono le gusta quedar por encima de las voces, "he tú no hables tanto que la quiero yo"

Sí, tengo una cabra posesiva.

Ahora me ve entretenida y que hace, a picotear toda la jaula para partirse el piquito de oro, me da unos escándalos para despertar a los vecinos, ¡si canta y todo! Yo pensaba que los pájaros se dormían cuando se iba el sol, como es posible haberme equivocado tanto.

Un macho le voy a buscar, bueno, quizás, en eso estaba yo pensando para que me salga como Othelo.

He de reconocer que soy igual que todos, los que se le caen el regadero de babas por sus animales, ¡son tan perfectos!

¿Me parece a ver visto un lindo gatigo? Zape, zape.