Un blog se alimenta de
comentarios, eso suelen asegurar varios de los que he visto estos días.
Posiblemente tengan mucha razón. Pero, para mí también se han de nutrir sobre
todo de entradas y aquí es donde nos topamos con mi piedra en el zapato.
Llevo casi un año sin escribir
nada, da vergüenza, porque ahora de cual forma retomo el blog.
Estuve reflexionando gran parte
del día, echando la vista hacia atrás encontré toda una variedad del negro
recorriendo por los meses de este año, unas cuantas horas enfrascada, en un
sopor fatalista, entre tanta maraña hubo claros de luz, pocos, aunque
estuvieron. Y como el negro para vestir sienta divinamente, pero para otro uso
es nefasto, vamos a empezar a nutrir el blog y caiga el sol por donde quiera.
En definitiva esta era la entrada
prácticamente que deseaba colgar, pero entre los virus míos particulares y los
de mi portátil, colgar una entrada más amena, divertida como la ideada y con
foto monísima, pues como que no me ha dejado, así que esa la dejo para
remodelarla y dedicarla a quien me hizo ponerme las pilas otra vez, solo ha de
tener paciencia de Santo.
Y a los que me quieran leer ya
sabéis “Un blog se nutre de comentarios… entradas y diversión”
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