lunes, 4 de septiembre de 2023

Verano disfrutón, adiós

 


Oficialmente aun no se ha ido el verano hasta el día 23 nada, pero lo cierto es que aun cuando tengo playa a unos siete minutos y piscina en lo que tarda el ascensor en subir y bajar. Voy a ir despidiéndome del verano aun cuando baje algún día. Con esto no se debe de pensar que no aprovecho la playa en las demás estaciones, en verdad, voy más en cualquier otro momento que en verano, pero este ha sido distinto, sí, cuando coincido con mis amistades o conocidos antes del típico saludo me sueltan a bocajarro “estás morena”, yo les sonrió y les contesto voy a la playa casi todas las tardes o bajo a la piscina, este año me dedico a disfrutar.

¡En trece años es el primer año que me ven morena!

Y no me quejo, estos meses cada dos por tres bajaba si no a la piscina con la familia, en especial con mis niños y mi hermana Chio, nos íbamos a la playa para las horas donde el sol no hace daño, me he comportado como una veraneante más que llega en verano rebozándose en la arena. En fin yo iba con mi silla, pero aun así me ha dado la orillita... y sus mareas una o dos vueltas de no dejarme salir y llenarme hasta el moño de la consabida arenita.

Una cena con mis amigas y compañeras TCAE, riquísima la hamburguesa y toda la cena y la música el fondo de las canciones de ABBA. Risas charlas fotos Divinas de la muerte y luego al tomarnos una cerveza a la terraza del Cochran's y más fotos como si fuéramos un grupo de modelos para ponerlas en el estado del Whatsapp, una noche inolvidable, gracias a ellas y sobre todo a Loleta.

Veraneante total, si señor, me ha faltado una pamela y las gafas de sol, un móvil último modelo con el cual pagar hasta una botella de agua a 50 céntimos.

Ahora eso de estar parada en la calle, cerca de una puerta del restaurante y que me hablen en inglés también, gracias a cierta visita cuan Lady va paseándose por el pueblo, suelo decirle que es más pinta de alemana, pero ella dice que inglesa y su marido Antonio le dice “no mujer, tú un mix entre asiática y anglosajona”. Qué bien me lo pase con ellos dos los pocos días que estuvieron, disfrute muchísimo, haciendo de cicerone por el pueblo, enseñando las calas, la librería Europa visita que nadie debe perderse con solera mágica, la tarde en la playa hasta las tantas, las plazas, rincones singulares, los bares y restaurantes donde vamos a comer los del pueblo, paseando tranquilamente, para que hagan fotos, las tiendas donde comprarse los unicornios, las exposiciones de acuarela y todo eso regado de risas, muchas risas, charlas y más charlas, los bancos fresquitos de las calles a la sombra y los helados de la Ibense.

Dicen que volverán en Navidad.

Esas visitas inesperadas de mis sobrinos tan hombres ya y mi prima Anacleta, esas risas nada más ver su figura a los lejos llena de emoción y nerviosismo, esa comida rápida en el restaurante para ir al Parador a tomar el cafelito, mirar a otra mesa y ver la jarra de sangría... ¿pega detrás del café una jarrita de sangría? Doy fe está de locura que pena que no fueron dos.

Y sobre todo esas noches de verano, charlando en la cama ya fresquitas las dos hablando desde una ciudad que es la mía y de un pueblo donde vivo ahora, cuantas risas a carcajadas, cuantas sonrisas y, historias de las nuestras, cuánto amor. Mi prima, lleva todo un año cuidando de mí dos para ser exactos, ella sabe y yo sé porque lo digo. En la próxima visita de alguna de las dos toca unos cuantos de café americanos como decían nuestras augustas madres y unas cuantas horas más.

La tribu pequeña de los Rodri, tiene una chiquitina preciosa más nos turnamos para cogerla y apunto estamos de cronometrarnos entre unos y otros, ellos son casi todos del verano no hay mes en que no celebremos un cumpleaños o dos ya a conjunto para ahorrar tiempo, ir con prisas, la calor, buscar regalos encontrarlos... y tu te preguntas por que las calles no tienen más aspersores de agua y entre cada fiesta otra más, pues nos gusta mucho reunirnos hacer barbacoas en el campo, irnos de a la playa o piscina, tomar café en las cafeterías sabedores de que nos pueden poner la etiqueta de no se aceptan familias tan... grandes... Una Gran Familia en su forma más categórica. En los que nos gusta estar juntos y hacer recuerdos, guardarlos para la memoria y para sonreír esos días del invierno.

El verano son sólo varios días más, fue divertido este año hasta el próximo, adiós, adiós.


No, no, no aun falta el veranillo del membrillo y de San Miguel, no guardes las toallas ni las pelotas.


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