lunes, 23 de mayo de 2022

Paseos y estanterías


 

Me tocaba hoy la devolución de préstamo, de unos libros en la biblioteca. Un poco antes de que cerraran para el medio día, estaba allí, dándome una vuelta por sus estanterías, mirando las últimas novedades que pocas de ellas me suelen llamar y algunos géneros que por regla general no suelo mirar. Con el firme propósito de no traerme ningún libro a casa, sin antes terminar los dos que estoy leyendo o tengo la idea de leer a la vez, pues uno aun no lo he comenzado, pero siendo del club de lectura, tengo que terminar antes de que se me escurra entre los dedos este mes.

Fue como esa promesa fatua que nos ponemos al comienzo del año, “voy a entrar en una talla 42” esa que no ves desde cerca de los treinta.

Bueno, no hay razón para la fustigación, no, claro, si uno de ellos no fuera el tercero de una trilogía, de la cual sólo te has leído el primero, la segunda parte no está ni en la biblioteca pública, ni en la de tu casa, fustigarse para qué, total te lees la última parte y ya la del medio pues cuando se de, si lo importante es la autora, adoras a Josefina Aldecoa, no le des tantísima vuelta, te has vuelto remilgada con los años. Recuerda tus veranos en Marbella, salías a buscar libros y ni mirabas si eran series, sagas o lo que fuera, ni el orden te molestaba, lo importante era leerlos.

Además después de todo, pertenece a tu cuarteto, Josefina Aldecoa, Carmen Martín Gaite, Carmen Laforet, Ana María Matute, dentro del ámbito nacional, son tus escritoras de cabecera. Sabes, que vas a leer esa tercera parte “La fuerza del destino” y no te importaran ni los spoilers posibles. 

Te quejas por el mero echo de tener una rabieta, sin que llegue a nada más que a ponerte en plan boba.

Soy una mujer madura muy remilgada. La vida antes era mucho más sencilla, con la edad, te vuelves una snob total, pedante y clasista. Si, si....

Es igual todo lo que me pueda decir, voy dando vueltas para no asumir que a la vez me traje un cómic de toda la vida, y que desde hace unos años los han renombrado como “Novela Gráfica”. Me trae tantos recuerdos, tener de nuevo un cómic en casa. “Arrugas” de Paco Roca, del cual se hizo una película de animación en el 2011, me quedé con las ganas de verla. Hoy sonreí al ver el cómic en la biblioteca y me lleve toda una sorpresa pues no lo esperaba, francamente. Al autor con sus comic's los veo en el escaparate de mi isla del tesoro en el pueblo, ¿cuál es esa isla?, ¿qué si estoy ya de remate? Pues veamos, mi psicóloga no cree que lo esté, aunque todo se puede andar y mas en estos tiempos que nos corren, ni me invento la isla. Es una broma maravillosa, entre mis libreros y yo, mi isla del tesoro, es la librería del pueblo. Y entre sus escaparates el señor Paco Roca es un asiduo de los que tienen su lugar ya, como si fuera la mesa en un café, en ese rincón escondido y concreto del establecimiento, ese sabor atmosférico mágico, de las viejas tertulias.

Las viejas tertulias, esas reuniones llenas de pensamientos, de intercambios de creatividad, te llevan a otros pensamientos, a otras asociaciones.

Ya, sé bien de que estoy escribiendo, yo que pensaba hacer una entrada al blog como si fuera un resumen de lecturas con todas las del mes y me sale esto, si entre lo que pienso y hago en realidad, no es el trecho en si y si más los paseos y las estanterías con esos escritores que me mueven el pecho.

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