jueves, 26 de agosto de 2021

Sin ti

 



Odio, odio cuando me preguntan ¿Cómo estas? Esperando que finja, dejando que aflore en mi rostro una sonrisa. Odio, odio cuando me preguntan por cortesía, por dejarse vencer por lo formal y el trasiego de sus vidas, no paradas, tal como la mía. Ni siquiera odiar es el verbo acertado, es vacío, siento aun el vacío, dentro de mí, más vacío.


Y ahora sí, ahora ya en esa espiral en la cual me dejo arrastrar, sé con todo mi ser, siento el silencio meciéndome en sus brazos, rota de mil formas diferentes, para que jamás pueda ser yo misma otra vez. Como si eso fuera posible, ser, otra vez. Puede, quizás sea, pero no me reconoceré, en ese sin sentido del tiempo, sin encontrar el valor de romper con él.


Un diario de dolor, se levanta para hacerme compañía, para darme calma de mentira, y mi voz se entrecorta, mientras por la casa te llamo, y te busco como una loca insensata. Sólo tengo para acariciar, tu recuerdo bello en mi vida, y tus cenizas.