Tengo imágenes en la mente.
Caricias, abrazos, besos, alientos. Sentimientos, lujuria, deseo, expectación, calidez, calma, ternura.
Cuántas entradas se podrían escribrir, con todo ello, muchas, con todas las variantes posibles. Se debe ir enlazando una tras otra, así de fácil sería, si mis dedos se compaginaran con la velocidad mi mente. Hoy no encuentran esa destreza, por más que codicio darle una forma concreta y veraz plasmándola, se queda en nada.
Me enfrento en la tesitura, donde no quería verme. Un día sin una entrada, unas horas sin saber cómo explicar entre vocablos, la rapidez de mi cabeza, con todo ese barullo, que en ella hay.
Me niego, si debo hablar por hablar, mejor es el silencio, así que solo tengo la opción de explicar el transcurso de mi divagar.
Seré orgullosa, antes de dejarme vencer.
Hay tantas formas ¿porqué no encuentro, ninguna? Si probará, con un tierno beso en la mano, dejando el aliento caliente en ella; me llevaría a intimar con esa imagen; lujuriosa de un pecho, de un pulso en un cuello expectante; llenándose de deseo; si la ternura llegará de la caricia cubierta calidez de un abrazo; ¿calmaría mis sentimientos?
Cómo se puede contestar a ello; sin morderte los labios; aguantar el aliento. Esconder los deseos, responder con la calma; acallando las siluetas lujuriosas de la mente; sin la expectación de ternura; embriagando al sentimiento en un abrazo. No se puede decir como es la calidez de una caricia, hay que sentirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario