lunes, 29 de noviembre de 2010

Sin mirar atrás

Comienzas a ver una película, con toda la tranquilidad del mundo, guidada por actores o por la historia no muy bien sabida. Este punto es el flaco, de repente sin saber te enfrentas a esas dudas existenciales. Te quedas sentada mirando la pantalla, mientras van recreando lo que no te atreves a decir pero si a pensar. Tu vida se viene a sumergir en un pozo profundo donde tus órganos internos te gritan “huye, cambio, esto no es lo que queremos”

La protagonista ya no es esa actriz famosa, eres tu ansiando con todas tus ganas ese valor de dejar todo atrás y salir por patas, poco puede importar si te dicen cobarde, egoísta o mil cosas, lo importante es huir, salir de esa vida, buscando algo que no encuentras por mucho que te engañes. Cuan fácil es decirnos a nosotros mismos, mejor lo conocido aun cuando no nos guste que lo desconocido, ya mejorara solo es una temporada deprimida, una mala caída de la montaña rusa. Demasiadas caídas en ese jueguecito…

Cómo hacer frente a no saber qué esperas, que buscas o lo que en realidad deseas, cuando lo has acallado ahogado y silenciado, día a día, sin importar que lo hayas ido matando, matas esa parte de ti que te hace ser tu misma. Desconociendo por completo a esa persona adulta que no tiene rasgos de aquel recuerdo vago. Y como siempre el descubrimiento del no sentimiento llega sin ser esperado, para darte patadas en las espinillas y cruzarte la cara.

¡Qué porras hice con mi vida!

Y sigues hablando en pasado como si el presente o futuro no llegara nunca a rozarte, no te pares preguntando, si vas a preguntar mírate a la cara y enfréntate a ti misma, ¿Qué piensas hacer con esa vida que tan poco te gusta?

No hay comentarios: